sábado, 13 de diciembre de 2008

El Mercadillo de Navidad alemán. Der deutsche Weihnachtsmarkt.

Aunque todos asociamos la Navidad con paisajes nevados, chimeneas humeantes, bufanda y guantes, en la otra mitad del planeta se celebra en verano, tanto es así, que a países como Australia, Papa Noel llega en pantalones cortos....

También varían las costumbres y la forma de festejar cada día señalado. En Italia por ejemplo, despiden el año con doce cucharadas de lentejas en sustitución de las uvas. Para Rusia la Nochebuena es un gran festín en el que se cenan doce platos (uno por cada apóstol). En Japón se preparan para el Año Nuevo renovando vestuario y con una limpieza exhaustiva de sus casas.

DER DEUTSCHE WEIHNACHTSMARKT
El Mercadillo de Navidad Alemán
Weihnachtsmarkt in Hamburg

Las ciudades en Alemania son famosas por los mercadillos de Navidad durante el Adviento, que son las cuatro semanas que preceden a la Navidad.

Cada año, en las semanas precedentes a la Nochebuena, recorre las calles y callejuelas de las ciudades alemanas el aroma de las castañas tostadas, del vino caliente con canela y el rumor de los niños y adultos que se pasean por las calles decoradas con luces. Son los días en los que se compran regalos. El aroma a castañas tostadas conduce a las personas a las plazas donde están los mercadillos de Nvidad, y desde los puestos ambulantes se escuchan los gritos de los vendedores: "Maronen, heiße Maronen!", ("¡Castañas, castañas calientes!").

La Navidad e ir de compras es algo que va de la mano desde hace siglos. Los mercadillos que vemos hoy, eran en el pasado mercados de ventas de diversas mercancías, que a lo largo del tiempo se fueron convirtiendo en una atracción turística. No sólo alemanes visitan por estos días diversas ciudades de Alemania. Muchos extranjeros vienen especialmente desde Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Francia, Suiza, Austria, República Checa, Polonia y Dinamarca.
Hoy día, a lo largo y ancho de Alemania, los mercadillos de Navidad suponen una de las mayores
atracciones de todas las fiestas navideñas. Estas ferias representan un auténtico escaparate de las más antiguas tradiciones alemanas. En un paseo por uno de estos mercadillos podemos encontrar a Papa Noel (Santa para los ingleses, o Nikolaus para los alemanes), que escuchará nuestros deseos para el nuevo año. Además, veremos todo tipo de ornamentación navideña artesanal para el árbol y para la casa en general. Todo acompañado de una gastronomía típica de esta época que podemos degustar en compañía de familiares y amigos: galletas y pasteles típicos de Navidad (Lebkuchen), castañas y almendras asadas, riquísima compota de manzana (Apfelmus) y por supuesto el famoso Glühwein, una bebida caliente a base de vino tinto y especias que, según los alemanes, calienta el cuerpo y el espíritu.
Para los niños y todos aquellos que no deben ingerir alcohol, hay una deliciosa variante hecha con zumo de manzana o mosto de uva.

Si alguna vez paseas por uno de estos mercadillos, no olvidarás ya nunca el ambiente que se respira en ellos. Y no sólo nos referimos al aroma de las galletas, las castañas y la canela, el clavo y la nuez moscada. También la música navideña, los coros infantiles, la decoración de los puestos, la luz de las velas quedarán grabados en tu memoria. Con suerte, la “Märchentante” (“la Fabuladora”) te esperará a la vuelta de la esquina, bajo un abeto ricamente decorado, para contarte historias navideñas que hablan del ayer y el hoy de los niños en Alemania, un país que mima y gusta de compartir sus tradiciones especialmente en Navidad.

Pero lo que nos une a todos es la tradición y la conmemoración de unos días que el mundo entero celebra y felicita...
¡¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO!!

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